En medio de un deterioro medioambiental, preocupaciones por crisis
económica y futuro incierto debido a guerras y tensiones políticas, el
ser humano desarrolla la inteligencia artificial y patentiza incluso
preocupaciones por si algún día las máquinas se adueñan del poder.
Las máquinas son indispensables cada día más para el ser humano, se apoderan de la incompetencia del terrícola. Ya el caso es tan extremo, que muchos jóvenes deben pasar jornadas completas desintoxicándose de su permanencia frente a los ordenadores o video juegos.
Para otros, el robot, la máquina, está aun más cerca; es el propio ser
humano con su complejo mecanismo, con sus opiniones acertadas unas veces
y erróneas muchas, que ocupa el lugar ideal de los artefactos. Entonces
¿acaso nosotros mismos somos robot?
Pero la verdadera pregunta es, esos amigos ¿podrían convertirse en enemigos? Lo cierto es que los temores a los robots se apoyan en la mitología
antigua con la idea de humanos artificiales, o en la clásica cuando
Cadmo sembró dientes de dragón que se transformaban en soldados.
Mientras muchos se ríen del dominio de las máquinas, otros esbozan una
expresión de tristeza al comprender el tiempo perdido y las
desesperanzas por un exceso de permanencia frente a un ordenador o un
video juego, elemento nada despreciable.
Para esas preguntas, muchas veces está el autor más prolífico en
cuanto a los robots, Asimov (1920-1992), que lo llevó al punto en que
ahora está en la mente humana, sea científico o no, con su famosa
formulación de las tres leyes de la robótica:
- Ningún robot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra daño.
- Todo robot obedecerá las órdenes que le den los seres humanos a menos que esas órdenes entren en conflicto con la primera ley
- Todo robot debe proteger su propia existencia, siempre que esa protección no entre en conflicto con la primera o la segunda ley.
Por tanto, ¿quién sabe si la guerra entre máquinas y hombres ya comenzó,
o si realmente cada cual, con su complejo engranaje de venas, arterias,
músculos, cerebro y sentimientos sea una máquina en sí misma capaz de
guerrear, hacer los deberes y fabricar otras máquinas? En fin, ¿Seré yo
un robot?
La información publicada fue sacada textual de Webislam
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